Dicen los manuales que los buenos jugadores de poker son aquellos que juegan (y ganan) hasta teniendo malas cartas. Después están los jugadores suicidas de poker, que son los que apuestan hasta sin ver las cartas y que anteponen los impulsos del estomago a los del cerebro a la hora de arriesgar. Pero de ellos, me temo, no dicen ni dirán nunca nada los manuales.
Hagan juego, señores.
Hace 3 años
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