Seis

Te toca tirar. Un montón de ojos se posan sobre ti y eso hace que tus músculos se tensen. Tu pulso se acelera. Después de todo, nunca reaccionaste bien bajo presión. Pero tampoco nunca eso te impidió seguir adelante así que agarras el recipiente cilíndrico con fuerza y un ligero temblor. Estás en racha y algo en tí hace que te creas como tocado por algún tipo de energía supraterrenal. Hasta ahora has ido rápido, muy rápido, y este podría ser el golpe de gracia. Y lo sabes. Ya no hay marcha atrás, el pequeño cubo, marcado a fuego en todas sus caras, ha escapado a tu control. Cuatro saltos mortales y dos tirabuzones y medio después se estrella contra el suelo, dejando a la vista su inapelable veredicto. Un seis, y van tres. Un maldito y jodido seis. Se oyen risas ahogadas. "Ya decía yo que iba demasiado rápido, esto se veía venir", escuchas por ahí mientras avanzas lentamente hacia la casilla de salida, caminando en sentido contrario. Lo que ellos no saben es que tu tienes un plan. Si, si, un plan. Ahora sólo tienes que esperar, tranquilo y confiado, a que regrese tu turno. Malo será que no salga un cinco esta vez.