11 dic 2009

Día 338. Malditos sean

Lo tenías todo controlado. Sabías a la perfección lo que tenías que hacer. Al fin y al cabo, esto ya lo has hecho muchas veces antes y te habías convencido de que esta, con diferencia, no sería una de las peores. Hasta que ellos, malditos sean, tuvieron que cruzarse en tu camino. Y ahora, maldita sea, todo el trabajo de un año se ha echado a perder. Porque ahora sería demasiado absurdo decir que no me marcharé con pena, que no me quedaría aquí unos meses más. Ahora sería demasiado necio pensar que no lo voy a echar de menos desde el primer minuto en que se consume el regreso. Ahora ya es imposible negar que añoraré cada cena, cada fiesta, cada póker, cada Lapa, cada playa y cada escapada con ellos. Que los añoraré a ellos, malditos sean.

1 comentario:

  1. Ojalá nos quedáramos unos meses más aquí en la playa, o incluso bajo la lluvia... Me voy mañana, y ya estoy echándoos muchísimo de menos...

    M.

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