31 ene 2009

Día 24. Mi camarita y yo (I)

Hoy (por fin) ha llegado uno de esos días esperados en mi carrera profesional en Brasil, mi estreno a los mandos de "la camarita". Para poner en antecedentes a los despistados, "la camarita" no es más que una cámara de video (de porno casero) que un día un visionario/a decidió integrar en la Agencia EFE por aquello de ser multimedias, sea lo que sea que quiere significar eso. El caso es que durante mi primer año "la camarita" me acompañó a un par de circos, a algún museo, a la huerta valenciana, a alguna inauguración e incluso a alguna entrevista musical, por citar sólo algunos de mis memorables testimonios audiovisuales.

En esta nueva etapa, mi debut ha sido en el torneo "Rainha da Praia 2009", que no es un concurso de modelos en bikini (que podría) sino un campeonato de voley playa. Porque puestos a empezar con algún tópico del país, mejor hacerlo rodeado de jugadoras de voleibol que de narcotraficantes en las favelas...digo yo.
Para darle un toque divulgativo a este blog y evitar que la censura sobrevuele sobre él, explicaré que la muchacha cuya retaguardia se observa en último lugar es Talita, una de las mejores jugadoras de voley playa de Brasil, que quedó cuarta en las últimas olimpiadas de Pekín. Sin embargo, esta vez no se ha clasificado para la final que tendrá lugar mañana y que "la camarita" y yo presenciaremos. Una lástima pero tampoco creo que os quite el sueño....¿o si?
Proóximamente en sus mejores canales de YouTube...

29 ene 2009

Día 22. Fucking Burocracy

(O cómo superar un absurdo trámite migratorio en ocho horas y tres actos)

Acto I

6:30 AM. Es pronto, muy pronto, demasiado. Pero sabes que tiene que ser así si quieres llegar de los primeros al aeropuerto para registrarte en el control de inmigración porque te han dicho que las colas son muy largas. Desayuno rápido y a la calle, a intentar parar en mitad de la playa un autobús que te llevé allí (otro día dedicaré una entrada a la red de autobuses de esta ciudad, pero ya adelanto que debe estar a la altura de la de Zimbaue o Kuala Lumpur). Tienes suerte, logras que el bus te pare y después de dar el mayor de los rodeos posibles a la ciudad, llegas a tu destino. Todo bien. Una vez allí y haciendo alarde de tu precario nivel de portugués intentas encontrar la oficina de la Policía Federal. O no te entienden o no les entiendes tu, pero el caso es que das más vueltas que un tonto de un lado para otro hasta encontrarlo. Pero lo consigues.

Acto II

Mierda, ya hay gente. Te diriges a un hombre cuya cara refleja que perdió el interés por su trabajo posiblemente el mismo día en que entró a trabajar. Te mira con una mezcla de indiferencia y asco y te dice todos los requisitos que hacen falta para obtener el registro y que tu, por supuesto, no tienes. Es más, te insinúa que te vayas a tu casa y vuelvas otro día con todos los papeles. Pero tu decides quedarte por miedo a no ser capaz de volver allí de nuevo e intentas conseguirlo todo en el aeropuerto. A partir de ahí comienza la gymkana por las instalaciones. Te sientes una mezcla entre un concursante de Humor Amarillo y uno del Gran Prix, aunque sin disfraz de bebé gigante, lo cual ayuda bastante. De nuevo tu nivel de portugués te juega una mala pasada y a punto estás de no conseguir alguno de los requisitos. Pero lo haces, aunque a cambio y abusando de tu estado de necesidad se hayan aprovechado de ti la mitad de los comerciantes del lugar. Lo tienes todo, lo metes en una carpeta, te sientes orgulloso y vuelves al punto de partida lo antes posible.

Acto III

Y entonces es cuando te das cuenta que no hacía falta tanta prisa, porque en la hora que tu has estado corriendo de un lado para otro desesperado la cola ha avanzado dos números y a ti te quedan como veinte. Te imaginas una y otra vez el complejo proceso que precisa el documento que necesitas para que la gente tarde tanto tiempo en salir pero tu imaginación no alcanza tanto. Tras cerca de cuatro horas, media lista del Ipod escuchada y una cabezadita tirado en la silla te toca a ti. Tu gran momento. Y entonces descubres el por qué de la tardanza. El tipo que te atiende ni te mira ni te saluda hasta diez minutos después de que estés sentado frente a él. Puedes observar que lo que le tiene tan absorto es ordenar su correo de Hotmail. Por fin te hace un gesto con el que reconoce tu presencia así que le das tu pasaporte y otros papeles. Y entonces es cuando él descubre que eres español y periodista y te pregunta con gesto serio y mirandote fijamente por qué la prensa española no dice nada de los brasileños que se quedan tirados en los aeropuertos españoles. Tu no sabes que decir porque no controlas el idioma y porque tampoco conviene hacer enfadar al tipo que tiene tu futuro migratorio en sus manos. Así que pones cara de circunstancia y te haces el tonto. Te sale bien, has ensayado mucho. Ahora sal y espera otra media hora a que alguien se decida a darte el resguardo que te podian haber dado en el momento. Lo tienes, oficialmente ya eres un inmigrante legal en Brasil. Enhorabuena.

Epílogo

Todo ha acabado, al fin, ocho horas después. Y mientras avanzas hacia la calle, una ligera sensación de satisfacción te invade; sientes que has ganado. Sin embargo, pronto comienzas a ser consciente que se trata de un espejismo porque en el fondo (y en la forma) has sido derrotado ampliamente. Durante ocho largas horas has sido menospreciado y estafado por casi todos los estamentos del país. Desde el Estado que te cobra casi 70 euros de tasa para una tarjeta que ya sabes que jamás te llegará hasta la Policía Federal, pasando por el último de los empleados del aeropuerto. Has perdido toda una mañana para algo que sólo requería una hora y es entonces cuando te brota un renovado odio hacia la especie humana en general y hacía el funcionariado en particular. Te entran ganas de volver y acordarte del árbol genealógico de unas cuantas personas allí dentro. Pero no lo harás. Porque tu eres un tipo pacífico y, por qué no decirlo, un poco cobarde también. Así que te limitas a volver a casa pensando en la entrada que escribirás en tu blog para desahogarte como terapia. Entrada que quedaría, por ejemplo, así.

26 ene 2009

Día 19. Sunny Sunday

Estimados responsables de mi beca:

Me quito el sombrero. He de decir que no esperaba una respuesta tan efectiva y, sobre todo, tan rápida. Ayer de nuevo volvió a lucir el sol en la ciudad y les alegrará escuchar que para no desperdiciarlo me calcé el uniforme de dominguerus hispanicus al uso y me marché a colonizar nuevas playas cariocas. Que no se diga que no aprovecho mi beca.

Unos 40 kilómetros al oeste de Río, las playas de Prainhas y de Grumarí. Escondidas entre montañas y rodeadas de vegetación. Poca gente, muchas olas. Territorio de surfistas. Oh yeah...








"Everybody's gone surfin'...."

24 ene 2009

Día 17. Tormenta de verano

Estimados responsables de mi beca:

Me temo que ha habido un ligero malentendido. Si me gustase la lluvía a todas horas y en cantidades industriales, habría pedido Londres ¿no creen?
Sin más, me despido esperando a que me devuelvan a mi burbuja de verano austral lo antes posible.
20 de enero. Playa de Ipanema. Último día que se supo algo del sol...

...y un día después, comenzó el diluvio en Río. Hasta hoy.




"Desde aqui, desde mi casa, veo la playa vacía. Ya lo estaba hace unos días, ahora está llena de lluvia..."

22 ene 2009

Día 15. Copacabana (II)

Hace años que escuché está canción por primera vez y ya entonces me gustó. Hace un par de días, paseando por el barrio, me volvió a la cabeza y adquirió un nuevo significado...

NIÑOS (PEDRO GUERRA/JULIETA VENEGAS)



"Como los coches, luz de farolas, como los gatos y las baldosas, como las tiendas y los buzones, como basura por los rincones..."

20 ene 2009

Día 13. Copacabana (I)

Viejos. Gringos. Viejos gringos. Gente que va a la playa y otra cuya piel refleja que pasó demasiado tiempo allí. Gente de mal vivir. Putas. Gente que vive mal. Mendigos. Vendedores ambulantes. Un hombre que un día fue un reputado psiquiatra y hoy vive en la calle mientras recita por la noche las cosas que escribió por el día....

Esta es una representación de la fauna con la que uno se puede tropezar si camina un día cualquiera por el barrio carioca de Copacabana y con la que yo me cruzo desde que me mudé aquí hace ya casi una semana. Un lugar a veces gris y a veces brillante. Caótico siempre y con un cierto toque rancio que le aleja del glamouroso Ipanema, a tan solo un par de calles. Aún así, tiene un encanto que no es fácil de explicar. Al fin y al cabo, hay pocos barrios que sean conocidos en todo el planeta. Por algo será.

En realidad, es un poco como la canción. Sabes que es cutre pero....



"At the Copa, Copacabana, music and passion were always the fashion"

19 ene 2009

Día 12. Home

No me conocen. A priori, aquí no soy más que un inmigrante, un tipo que ha llegado desde el otro lado del charco para trabajar en su país sin referencias de ningún tipo. Tampoco me las pidieron. Podría ser un desequilibrado (en parte lo soy) o el violador de la M-30 y, sin embargo, me abrieron las puertas de su casa, me presentaron a su familia y amigos y me hicieron sentir, por un minuto, como en mi propia casa. Sólo cinco días han bastado para pasar de ser un completo desconocido a ser uno más y para, por fin, arrancarme mi primera carcajada en este país que todavía me resulta tan ajeno. Desde luego, da que pensar...



"Pero allá donde voy me llaman el extranjero, dónde quiera que estoy el extranjero me siento...."

17 ene 2009

Día 10. Fashion Rio

Hablemos de moda. Y de modernos.

Porque otra cosa no, pero de modernos estaba infestada esta semana la Marina de Gloria, el lugar donde desde el pasado domingo y hasta ayer se celebró la Fashion Rio (oh yeaaah). Y el lugar también donde un servidor se ha estrenado como "corresponsal" en tierra carioca, rodeado de petardas y modernos. La gente guapa de Río, vamos.
Y aunque reconozco que a mi yo superficial este tipo de cosas le divierten bastante, también es cierto que a mi otro yo, al que sería ilegal en la mayoría de países civilizados, le hubiesen faltado balas ayer en su kalashnikov para poner orden entre tanta tontería.
Y si, es cierto que este año no estuvo Giselle Bundchen y que puede que este no sea el tema por el que me den definitivamente el Pullitzer pero, puestos a empezar con algo, no fue éste un mal comienzo...

pd: Siento la falta de testimonios gráficos. Había muchos y variados personajes que merecían ser retratados. Prometo que no volverá a pasar.

"Mira una moderna, mira una mo-der-na, esto esta lleno de modernas......de mierda"

15 ene 2009

Día 8. Ironic

La vida esta llena de pequeñas casualidades que le dan el toque de gracia, o al menos es lo que me gusta pensar. Al final resulta que, después de todo, voy a acabar trabajando en el lugar que quería y que no me asignaron, Argentina. Por lo menos ese es el nombre del moderno edificio en el que, en la sexta planta, se úbica la delegación de la Agencia EFE en Rio de Janeiro.




Allí es donde, desde hoy, me podrán encontrar trabajando los próximos meses. Bueno, me podrán encontrar, dejemoslo ahí. Y si, el envoltorio es muy moderno, exclusivo y todo lo que quieran pero, que quieren que les diga, a lo de dentro le falta lo más básico....

...ellos.




A los que aparecen y a los que no, se les echa de menos por aquí. Mucho.


"It's like ten thousand spoons when all you need is a knife...."

14 ene 2009

Día 7. Hot

¿Ola de frio siberiano? ¿Dónde? Que alguien apague la estufa....YA!




13 de enero. Siete de la tarde. 33 grados a la sombra...

"Arde la calle al sol de poniente, hay tribus ocultas cerca de Río esperando que caiga la noche.....hace falta valor"

13 ene 2009

Día 6. Botafogo

Botafogo es el barrio donde he estado viviendo mis primeros días en esta ciudad. También es donde se encuentra mi trabajo y, por lo tanto, donde voy a pasar una parte importante de mi tiempo aquí. Lo primero que pensé cuando aterricé aquí es que esto es una mezcla entre La Habana y el Bronx de Nueva York, aunque reconozco que le estoy cogiendo el punto y no me importaría instalarme aquí.

De hecho, no me importaría instalarme en cualquier sitio, ya que dentro de cinco días me puedo convertir en un homeless en Río de Janeiro, y la verdad que la idea no resulta demasiado apetecible, para que engañarnos....




Presidiendo el barrio, la Praia de Botafogo y, al fondo, el mítico Pao de Açucar....

12 ene 2009

Día 5. Preludio de carnaval

Cinco días en esta ciudad son suficientes para darse cuenta de que, aquí, el tema del Carnaval es (casi) una religión. Estamos todavía a más de un mes para que empiece lo más gordo pero parece que los brasileños no están dispuestos a esperar tanto tiempo para empezar a disfrutar de la fiesta. Ya han empezado los ensayos de las diferentes escuelas de samba en el sambódromo, aunque sin disfraces y parafernalias varias, y ayer ya estaban llenas casi del todo las gradas que en unos días acogerán a más de 60.000 personas. Casi nada.



"No son canciones urgentes, no son asuntos pendientes, no son martes de Carnaval en Brasil (tristeza nao tem fin)..."

11 ene 2009

Día 4. Sayonara my friend

Más de cinco años hace que nos conocemos ya. Y aunque fue el periodismo lo que nos hizo coincidir, tuvo que ser un objetivo común y un plan maquiavélico lo que terminara por unirnos del todo. No podía ser de otra manera.

A partir de ahí hemos compartido mil y una clases, trabajo en un circo y en una agencia de información, erasmus en Dinamarca, residencia y barrio marginal, viajes a Suecia, Alemania, Noruega o Cuba, borracheras y resacas, un montón de trenes, algún que otro barco, aviones de ida...

...y de vuelta. Hemos compartido las ganas de irnos lejos, los nervios, la incertidumbre, exámenes y entrevistas, la alegria de conseguir aquello que tanto queriamos, el cabreo al sentirnos desterrados y, de nuevo, la ilusión ante lo que se nos viene encima.


















Cerca de 18.000 kilómetros y 12 horas de diferencia nos separan a partir de hoy y puedo decir con seguridad que la echaré a faltar. Porque si me paro a pensar, ella sale en el 75% de mis fotos y recuerdos de los últimos años. Porque le debo un montón de risas. Pero, sobre todo, porque me encantaría poder ver su vida japonesa por un pequeño agujero y porque, estoy convencido, Brasil no será lo mismo sin ella. Buen viaje y buena suerte. See you....




....wherever.


"Que te voy a decir si yo acabo de llegar, si esto es cómo el mar, quien conoce alguna esquina...."

9 ene 2009

Día 2. Balance de daños

He llegado. O al menos mi cuerpo, entumecido y un poco más torpe de lo habitual tras más de 20 horas de viaje. Mis maletas también llegaron, fin de una maldición. Mi mente, sin embargo, y con ella mis ganas y un porcentaje importante de mi actitud vital y de mi cinismo innato se quedaron en algún punto indeterminado en mitad del océano Atlántico. En la compañía de vuelos me han prometido que me las enviarán a casa tan pronto como las encuentren. Habrá que esperar.

Los comienzos siempre fueron duros, y esta vez no será una excepción....




Comenzando las tranmisiones desde Rio de Janeiro.....un, dos, tres......probando....



7 ene 2009

Intro. Reflexiones absurdas para antes de un viaje

Santa Cruz de Tenerife-Menorca-Madrid Barajas-Manises (Valencia)-Palma de Mallorca-Reus-Frankfurt Hahn-Aarhus Lufthavn-Copenhague-Billund-Oslo-London Stansted-Brno-Hamburg Lübeck-Stockholm Skavsta-José Martí (La Habana)-London Heathrow-JFK (NY)...





Y a partir de hoy, dos nuevas muescas en el revolver: Ezeiza Ministro Pistarini (Buenos Aires) y Aeropuerto Internacional Antonio Carlos Jobim (Rio de Janeiro)





No importa por cuantos haya pasado ni cuantos me queden por transitar. Lo cierto es que odio los aeropuertos y creo eso no va a cambiar nunca. Siempre que estoy allí me siento perdido y totalmente vulnerable y es algo que no me gusta. Y si, puede que ese sentimiento no sea más que un acto reflejo de mi trauma con los equipajes extraviados pero creo que a esos sitios les falta el toque humano. Y no anda el mundo precisamente muy sobrado de humanidad últimamente...








"Todos saben que las aves migratorias siempre encuentran el camino de regreso"

6 ene 2009

Prólogo III. Cuestión de perspectiva

A veces estás tan cerca de algo que eres incapaz de ver lo que a cualquiera le resulta obvio. Da igual que te lo expliquen, que traten de convencerte, que sepas que tienen razón porque no lograrás verlo por ti mismo de ninguna de las maneras. En esos casos, la única solución es alejarte un poco o, en casos extremos, alejarte mucho. Porque a veces, y sólo a veces, todo depende de una cuestión de perspectiva.

Yo sólo espero que 8.247 kilómetros de perspectiva sean suficientes por esta vez.

Introduciendo coordenadas en el ordenador de a bordo:

Latitud: -22,9
Longitud: -43,23

Origen: Madrid (España)
Destino: Rio de Janeiro (Brasil)
Con escala en: Buenos Aires (Argentina)
Kilómetros a recorrer: 12.000
Duración estimada del trayecto: Demasiada para mi gusto.



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4 ene 2009

Prólogo II. El mes que vivimos peligrosamente

En el último mes yo...


-Dormí poco y mal
-Bebí mucho
-Me reí más
-Trabajé lo justo
-Me despedí de alguien casi cada dos días
-Me quejé por algo casi cada medio minuto
-Cogí muchos trenes
-Hice y deshice maletas
-Canté en un karaoke
-Toqué fondo
-Me levanté
-Volví a tocar fondo
-Me volví a levantar (y así sucesivamente)

-Y, lo que es peor, rompí mi único proposito serio para el 2009 el primer día del año

Poco más de 30 días que, en lo personal, me han servido más que los 330 anteriores. También para ser consciente que esta vez va en serio. Que, a partir de ahora, los errores se pagan el doble y los aciertos se disfrutan el triple.

Asusta, si. Pero me encanta.

2 ene 2009

Prólogo I. El porqué de las cosas

Este primer post estaba condenado a ser una explicación larga y tediosa de como un servidor se encuentra, sin saber muy bien por qué, a 6 días de emprender el camino rumbo al país mas grande del continente sudamericano.

Un texto plagado de excusas para justificar que las personas cambian, que lo que un día te parece una idea brillante hoy te genera más que una duda razonable.

Un alegato contra el mundo, el destino y los astros que se interpusieron entre mi destino soñado y yo para enviarme a un lugar que nunca hubiese imaginado.

Sin embargo, tras pensarlo durante digamos...un par de segundos, he decidido ahorrarme a mi mismo y a los incautos que puedan llegar a leer esto ese montón de autocompasión. No voy a negar que Brasil no es el sitio en el que esperaba comenzar el año y que no puedo evitar pensar que no se me ha perdido nada allí. Pero si algo no soy (o al menos ya no), es de las personas que se quedan con la duda por miedo al fracaso. No todos los días uno tiene la oportunidad de poder empezar de cero y reinventarse de nuevo en un lugar por explorar. Para mi será la segunda, y pienso aprovecharla.

Así comienza este cuaderno de bitácora, que no aspira más que a ser un conjunto de reflexiones, paranoias, quejas variadas y descubrimientos futuros de los días que están por venir.

En el fondo, tiene gracia. A mi, que siempre me gustó el frio, y ahora me marcho huyendo en busca de un invierno a 38 grados...