Reykjavik

Siempre he sentido una especial afinidad por los países escandinavos por muchos y variados motivos. El sentido del humor no era, sin embargo, uno de ellos. Hasta ahora. El 'Partido Mejor', fundado hace unos meses, acaba de ganar las elecciones municipales en Reykjavik prometiendo no cumplir ninguna de sus promesas electorales y ser abiertamente corruptos. Casi nada. Además, su lider ha defendido llevar un oso polar al zoo de Reykjavik, un parlamento libre de drogas en 2020 y todo tipo de beneficios para los fracasados.
Osos aparte, es esta última propuesta la que ha conseguido despertar mi atención por encima de todas. He de reconocer que en estos tiempos que corren en los que vivimos asediados por multitud de niños prodigio, jóvenes promesas y futuros genios, a los tipos como yo nos reconforta mucho saber que hay quien todavía sabe valorar el fracaso en su justa medida. Consuela pensar que si las cosas se ponen feas del todo, aún nos queda un lugar en el mapa donde perdernos. Nos vemos en Reykjavik.

Minusvalía

Estoy empezando a cansarme, si, de que aparezcas cuando nadie te llama. Comienza a molestarme que te cueles en mi mente sin previo aviso. Que te creas con derecho a interrumpir cualquier momento con cualquier excusa. Que lo que algún día pudo hacerme gracia ahora sólo consigue incomodarme. Yo se que disfrutas sabiendo que tienes ese poder sobre mi; el poder. Y oye, he de decir que durante algún tiempo fue incluso divertido. Pero se acabó. Empiezas a sobrarme. Al fin entiendo que no está bien aprovecharse de las minusvalías emocionales de otro. Ni siquiera de mi. Eso si, haz el favor de no fingir sorpresa a estas alturas. Porque, sabiendo como sabes lo que siempre le hago a la gente, cómo pensabas que contigo iba a ser diferente?

Paradoja Urbana

 

Llevo un tiempo sospechando que hay alguien, en algún lugar, empeñado en complicarnos la vida más allá de lo estrictamente necesario. Y lo peor es que se podría decir que a veces lo consigue.

Sueños

Últimamente borro más cosas de las que escribo, pero escribo más de las que solía. También trabajo más horas de las que duermo, pero extrañamente eso ya no me cabrea (mucho). He comprobado que dormir menos me hace economizar en frustraciones aunque reconozco que, en momentos tontos, me preocupa haber dejado de soñar.

Sonambulismo creativo

Hace años que me acuesto con un bloc de notas descansando a mi lado sobre la mesilla de noche. Siempre me ha atemorizado la posibilidad de que alguna idea, insuperable y brillante, me asaltase en sueños y a traición, viéndome incapaz de registrarla para la posteridad. Hoy observo, sin embargo, como las páginas de ese bloc han ido adquiriendo con el tiempo un sospechoso tono amarillento sin que arrebatadores mensajes rebosen por sus márgenes. Que no es por falta de ocurrencias, no se crean. Pero he de admitir, no sin cierta resignación, que tal vez mi primera gran idea debió haber sido colocar algún bolígrafo próximo al bloc. Quizás todavía lo haga algún día, quién sabe.

Seis

Te toca tirar. Un montón de ojos se posan sobre ti y eso hace que tus músculos se tensen. Tu pulso se acelera. Después de todo, nunca reaccionaste bien bajo presión. Pero tampoco nunca eso te impidió seguir adelante así que agarras el recipiente cilíndrico con fuerza y un ligero temblor. Estás en racha y algo en tí hace que te creas como tocado por algún tipo de energía supraterrenal. Hasta ahora has ido rápido, muy rápido, y este podría ser el golpe de gracia. Y lo sabes. Ya no hay marcha atrás, el pequeño cubo, marcado a fuego en todas sus caras, ha escapado a tu control. Cuatro saltos mortales y dos tirabuzones y medio después se estrella contra el suelo, dejando a la vista su inapelable veredicto. Un seis, y van tres. Un maldito y jodido seis. Se oyen risas ahogadas. "Ya decía yo que iba demasiado rápido, esto se veía venir", escuchas por ahí mientras avanzas lentamente hacia la casilla de salida, caminando en sentido contrario. Lo que ellos no saben es que tu tienes un plan. Si, si, un plan. Ahora sólo tienes que esperar, tranquilo y confiado, a que regrese tu turno. Malo será que no salga un cinco esta vez.