19 ene 2009

Día 12. Home

No me conocen. A priori, aquí no soy más que un inmigrante, un tipo que ha llegado desde el otro lado del charco para trabajar en su país sin referencias de ningún tipo. Tampoco me las pidieron. Podría ser un desequilibrado (en parte lo soy) o el violador de la M-30 y, sin embargo, me abrieron las puertas de su casa, me presentaron a su familia y amigos y me hicieron sentir, por un minuto, como en mi propia casa. Sólo cinco días han bastado para pasar de ser un completo desconocido a ser uno más y para, por fin, arrancarme mi primera carcajada en este país que todavía me resulta tan ajeno. Desde luego, da que pensar...



"Pero allá donde voy me llaman el extranjero, dónde quiera que estoy el extranjero me siento...."

1 comentario:

  1. Saludos desde el país vecino. Espero que poco a poco la magia brasileira te vaya seduciendo, y cambie totalmente tu percepción.

    ResponderEliminar