2 ene 2009

Prólogo I. El porqué de las cosas

Este primer post estaba condenado a ser una explicación larga y tediosa de como un servidor se encuentra, sin saber muy bien por qué, a 6 días de emprender el camino rumbo al país mas grande del continente sudamericano.

Un texto plagado de excusas para justificar que las personas cambian, que lo que un día te parece una idea brillante hoy te genera más que una duda razonable.

Un alegato contra el mundo, el destino y los astros que se interpusieron entre mi destino soñado y yo para enviarme a un lugar que nunca hubiese imaginado.

Sin embargo, tras pensarlo durante digamos...un par de segundos, he decidido ahorrarme a mi mismo y a los incautos que puedan llegar a leer esto ese montón de autocompasión. No voy a negar que Brasil no es el sitio en el que esperaba comenzar el año y que no puedo evitar pensar que no se me ha perdido nada allí. Pero si algo no soy (o al menos ya no), es de las personas que se quedan con la duda por miedo al fracaso. No todos los días uno tiene la oportunidad de poder empezar de cero y reinventarse de nuevo en un lugar por explorar. Para mi será la segunda, y pienso aprovecharla.

Así comienza este cuaderno de bitácora, que no aspira más que a ser un conjunto de reflexiones, paranoias, quejas variadas y descubrimientos futuros de los días que están por venir.

En el fondo, tiene gracia. A mi, que siempre me gustó el frio, y ahora me marcho huyendo en busca de un invierno a 38 grados...

2 comentarios:

  1. na, ya tienes una seguidora... :) estaremos pendientes de cómo sale la aventureta! no creo q te vea antes de q te vayas, asi q SUERTE! siempre puedes acudir a las escuelas escolapias q hayan por allí, llévate el pin q te acredite como ex alumno (juas)! un beso grande...

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  2. Primera seguidora...esto se me va de las manos...
    Al menos pídeles a los curas por mi, puede que me haga falta.


    (Ayer me compré el último de Vegas. Ese cruza el charco conmigo :) )

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