2 ene 2011

Impar (y primo)

A pesar de mi falta de ortodoxia para casi todo hoy me he dado cuenta como, sin premeditación alguna, todos acabamos incorporando pequeñas rutinas que terminan por convertirse en tradiciones con el paso de los años. Así, mientras voy plegando minuciosamente mi vida para llenar hasta el último hueco de varias maletas, me recuerdo a mi mismo haciendo exactamente lo mismo y en fechas similares dos años atrás. Y cuatro más. Años impares que empezaron con unas maletas, un billete con destino a algún lugar y la poderosa atracción que genera lo desconocido.
Del mismo modo comienza este 2011. Impar y primo, un poco (bastante) como yo. Será por eso que no puedo evitar sonreir por dentro, pensando que de cumplirse esta (in)voluntaria tradición, este debería ser un gran año. 

Porque, esta vez si, "yo me bajo en Atocha, yo me quedo en...."  

No hay comentarios:

Publicar un comentario