6 jun 2010

24-25 (Agreement for a spotless mind)


He llegado a un pacto tácito conmigo mismo por el cual, cada año que cumplo, adquiero una nueva habilidad y olvido a cambio un par de cosas que ya sabía. Este año, en un arranque de entusiasmo impropio de mi, he pedido el don (nunca suficientemente ponderado) de superar la mediocridad en lo que digo y, sobre todo, en lo que escribo. El golpe ha llegado al recordar la letra pequeña del contrato, siempre la hay, en la que se me insta amablemente a no pedir imposibles, en vista de lo cual me he visto obligado a solicitar que, al menos, la citada mediocridad deje de pesarme como una losa al levantarme cada mañana.
Por lo que respecta a la segunda parte del pacto, la efectividad es tal que apenas logro recordar lo que se quedó por el camino. Sospecho, sin embargo, que es mucho mejor así.

1 comentario:

  1. Guau, con entradas tan filosóficas y sólo aptas para amantes de tu retórica (entre los que me incluyo), no hay quien descifre el mensaje de fondo. Y yo, por no faltar a las tradiciones, incluyo mi mojada y retrasada felicitación. Un abrazo y bienvenido al club, especialmente ahora que tu blog me ha vuelto a invitar al tuyo ;).

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